La Navidad
Recuerdo que cuando era chica esperabamos con gran alegria la noche de navidad, lustrabamos los zapatos y los dejabamos en la ventana de la casa para que el viejito pascuero nos dejara los regalos. Al otro día nos levantabamos muy temprano y buscabamos en la ventana el regalo que nos había dejado el viejito pascuero. Durante el día jugabamos con mi hermano y hermana chica en el patio con los juguetes recibidos, haciamos comida con el pan de pascua en los juegos de tacitas de mi hermana, tomabamos coca cola que le sacabamos a mi papá y disfrutabamos todo el día jugando.
Tambien ibamos a la celebración de la navidad en el trabajo de mi papá donde el viejito pascuero llegaba en avión regalando dulces, nos hacían una fiesta con muchos dulces, helados, bebidas y otras cosas ricas. Fueron tiempos muy lindos y los añoro.
Cuando eramos mas grandes ibamos a la misa del gallo con mi abuelita y volvíamos para la cena, donde siempres comíamos carne acompañada de ensaladas de tomates y porotos verdes, más tarde después de las 12:00 pm, abriamos los regalos, nos daban plata para los petardos que tirabamos en la calle y comiamos pan de pascua, los adultos tomaban cola de mono y nosotros bebidas.
Fuímos creciendo y desaparecieron los juguetes, los petardos y casi siempre ibamos a misa y luego cenabamos, a veces no recibiamos nada por falta de dinero, pero estabamos todos juntos.
No hicimos adultos y llegaron los sobrinos y nuevamente la casa se lleno de regalos para los niños, los que abrian con gran emoción despues de la pasada del viejito pascuero. Luego me case y mis hijos tambien esperaban la llegada de la navidad de la misma manera.
No importa como celebremos, solo debemos tener presente lo más importante que es el recuerdo del nacimiento de Jesús, solo eso nos debe importar, no pensemos que me regalo quién o que vamos a regalar, bastaria con una sonrisa y la felicidad de estar junto a quienes más amamos.
Deseo para todo el mundo una feliz navidad y que Jesús nos acompañe siempre, nos colme de alegría y nos de la esperanza de la resurrección.
Los Hijos:
Son el resultado del amor de los esposos, cuando llegan al mundo indefensos necesitan de todo nuestro cuidado y amor. A medida que los vemos crecer vamos descubriendo todas sus habilidades y destrezas que cada uno trae, más las que aprenden de nosotros y más tarde de sus profesores.
Cuando llegó mi hijo mayor era muy inquieto, sonreía mucho y empezó a balbucear desde los 3 meses de edad, lo que la pedíatra no nos creyo, pero que me importa la opinión de un tercero si yo lo veía hablar y sonreir, fué creciendo y desarrollando su lenguaje y al año de vida practicamente hablaba casí todo. En cambio mi hija era tranquila, seria y casi no hablaba, le costo mucho porque no tenía mucho estímulos ya que por razones de trabajo la niña debío ir al jardín y luego la cuidaba una tía, lo que con mi hijo no ocurrio ya que yo deje de trabajar hasta que el niño tenía 10 meses.La niña no hablaba y mi marido se preocupó mucho y empezó a estimularla hasta que logro decir la palabra "luz" y de ahí empezó a decir sus palabras.
Los años fueron pasando los niños fueron creciendo y ahora estan grandes, mi hijo está en la universidad y mi hija a punto de salir de la enseñanza media, son unos hijos maravillosos, obedientes y cariñosos.
Hemos pasado momentos de gran angustia cuando se han enfermado, en particular la niña que estuvimos a punto de perderla a los 3 años, gracias a Dios logró salir adelante, su salud ha sido delicada hasta ahora, confío en Dios que la va a seguir cuidando como hasta ahora, al igual que nosostros sus padres, los que en forma incondicional los vamos a cuidar y proteger toda nuestra vida, aunque sean mayores.
Todas las madres sentimos orgullo de nuestros hijos, son la luz que nos alumbra el día a día, es otro tipo de amor que supera todo, es diferente al amor de esposos y algunas veces los hombres no nos entienden y nos critican tanta dedicación hacia ellos, pero el hecho de haberlos tenido dentro de nuestra guatita por tantos meses nos hace crear ese vínculo maravilloso del amor de madre.
Agradezco a Dios por darme un marido maravilloso y unos hijos sanos( no solo fisicamente sino del alma).
Una madre feliz.
Ser Madre
Una de las cosas más hermosas es ser madre, hasta que uno se convierte en madre no lo puede saber.
Cuando quede embarazada de mi primer hijo y lo confirme apenas tenia 4 semanas, a los 4 meses confirme que era hombre, algo que con mi esposo ya presentíamos y estabamos casi seguros ya que su nombre lo habíamos escogido desde hacía 2 años atrás, era tanto que lo queriamos antes de nacer, que cuando llegó no hizo más que llenar nuestro corazón de alegría.
Recuerdo que era día viernes alrededor de las 22:40 hrs y llovia cuando nació mi hijo, era hermoso, yo lo mire bién para no perderme ningún detalle, luego lloró suavemente como un gatito y se lo llevaron para asearlo, hasta el otro día tuve que esperar para que estuviera junto a mí, lo trajeron a mi cama desnudo, lo vestí y lo acerque a mi pecho para alimentarlo, desde ese día hemos sido muy apegados.
Luego de dos años y medio, nació nuestra hija, era mediodía de un día lunes y hacia mucho calor, cuando llegó venia con toda su energía, ya que lloró con mucha fuerza, al verla sentí la misma emoción de la llegada de mi hijo, tambien ella era hermosa, la niña vino a completar nuestra alegría.
Gracias a Dios a mis dos hijos los pude alimentar naturalmente con mi leche, lo que siento que me a acercado mucho a mis niños, ambos niños crecieron felices y junto a mi marido los hemos educado correctamente. Son ahora jovenes sanos, educados, respetuosos, estudiosos, temerosos de Dios y muy inteligentes.
Tal vez ustedes piensen que como madre estoy escribiendo con la mirada de una madre que no mira los defectos de sus hijos, pero yo tengo la certeza de lo que siento y veo cada día: mis hijos son maravillosos.
Quiero escribir y decirle a todo el mundo cuanto los quiero, frase que mis padres nuca me dijieron. He tratado de estar lo más cerca posible a ellos,con mi esposo no los hemos dejado nunca solos y tratamos de salir los 4 siempre, en las tardes tomamos once y en la noche también cenamos juntos. Vamos a verarean todos y lo hemos pasado extraordinariamente bien, hemos recorrido casi todo Chile y algunos países hermanos .
Quiero que todos sepan que es posible tener un hogar bien constituído y feliz si uno se lo propone, el secreto es el cariño, amor y respeto. En estos momento nuestra familia es de 4 personas, lo que con los años espero se aumente más con la esposa , esposo e hijos de mis hijos. Tenemos una promesa con mi marido que es apoyar a nuestros hijos siempre, malcriar a los nietos, hasta que nuestras fuerzas se terminen.
La Escuela
Recuerdo mi primer día de clase en la Escuela Nº 48 de la Cisterna, me fue a dejar mi hermana mayor y mi mamá, me habían hecho un bolso de género de color azul que era muy importante para mí. Usábamos un delantal blanco y un cuello marinero. Me hicieron pasar a la sala de primero preparatoria y me sentía grande. Todo era nuevo para mí, los bancos, las sillas, la campana que tocaba a recreo, el patio enorme de mi Escuela, pasó una semana y la profesora jefe me envió al curso Kindergarten porque yo aún no cumplía los 6 años necesarios para estar en primero preparatoria.
La profesora que me tocó no me gustaba ya que como siempre pasa tenía sus preferidas y yo no era de ese grupo, recuerdo pocas cosas del Kindergarten como un día que bailamos en un acto en el patio del colegio, nos compraron un vestido de plástico blanco con dibujos de color verde y rojo y salimos sin zapatos solo con calcetines blancos, hacía mucho frío cuando bailamos.También recuerdo que mi hermana Teresa iba en 6 preparatoria y me llevaba a la escuela y un día me arranque de vuelta para la casa y me fui sola, atravesando la Gran Avenida que era peligrosa y llegue llorando a mi casa, ahí me estaban esperando, no recuerdo si me retaron o no, lo que si me acuerdo que mi vecina la señora María me regalo varios libros de cuentos( entre ellos El Sastrecillo Valiente, Pulgarcito etc) y otros para colorear, era un hermoso regalo.
De la Escuela recuerdo tambien que jugábamos cuando era más grande con mis compañeras a las " tacitas" en el fondo del patio donde había una muralla de adobe que nos servía de estante para poner las cosas para comer que cada una llevaba, otras veces jugábamos a saltar el cordel o a Santiago Santiago o a buenos días mi rey.
La profesora que tuve desde primero a sexto se llamaba Alicia y había sido también la profesora de mi hermana Teresa, yo la quería harto hasta que un día cuando estábamos tomando la leche en la hora de onces, se me cayó el jarro con leche en el bolsón de la Juanita( la preferida de la profesora) me dio una cachetada en la cara, desde ese día no la quise más, ella siempre nos decía que nunca le pegaba a las niñas, pero a mi sí lo había echo.
Me acuerdo que en la escuela cada curso por turnos vendía calugas en el recreo para juntar plata y cuando nos tocaba teníamos que colgarnos un cajón en el cuello donde poníamos las calugas y las ofreciamos en el patio.
Otra cosa que nunca olvidare es la semana del niño en octubre, donde el día lunes se celebraba el día de la madre y le regalábamos a la mamá un obsequio que comprabamos con el dinero que podíamos juntar durante el año en la casa( que era muy escaso), la invitábamos a la escuela a tomar once, la que preparábamos con la señorita Alicia, poníamos los bancos en forma de "U" y los cubríamos con papel de envolver blanco, hacíamos guirnaldas con papel de volantín de diferentes colores para adornar la sala. Antes de ir a tomar once, en el patio hacían un acto para todas las mamás donde las niñas actuaban y siempre me acuerdo de los bailes españoles y la música que se oía.
Cada fin de año era hermoso, nos regalaban juguetes que las profesoras llevaban a cada sala en una enorme bolsa, nos entregaban el certificado donde decía que habíamos pasado de curso y luego nos íbamos felices a la casa con las dos cosas.
También algunas veces a fin de año fuimos a pasear junto a nuestras mamás al cajón del Maipo, ellas se organizaban y nos cocinaban mientras nosotros nos bañábamos en la piscina, una vez hicieron un asado con carbón y cuando ya habíamos terminado empezaron a remover las cenizas encontraron una lagartija que se había quemado, yo la tome con la mano y se la eche por la espalda a una compañera llamada Eugenia, la que se puso a gritar como loca, el resultado no fue muy bueno para mí, ya que me retó la profesora, la mamá de la Eugenia y mi mamá. después de pasarlo bien en el cajón del Maipo nos regresabamos a la escuela en la micro que tenía el papá de la Juanita
Cuando iba en 6º básico me eligieron mejor compañera de mi curso, fue una sorpresa ya que todos los años elegían a la Marianela, otra regalona de la profesora por ser la más chica del curso. Me dieron un certificado y un libro de cuento llamado Juanito, Juanita y la Abuela, que todavía conservo.
Cuando terminé el sexto básico decidí irme a otro colegio, tal como lo habían hecho mis hermanos y seguí mi vida de estudiante hasta llegar a la universidad.
Salmo 91
Salmo 91
- 1 El que habita al abrigo del Altísimo
- Morará bajo la sombra del Omnipotente.
- 2 Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío;
- Mi Dios, en quien confiaré.
- 3 El te librará del lazo del cazador,
- De la peste destructora.
- 4 Con sus plumas te cubrirá,
- Y debajo de sus alas estarás seguro;
- Escudo y adarga es su verdad.
- 5 No temerás el terror nocturno,
- Ni saeta que vuele de día,
- 6 Ni pestilencia que ande en oscuridad,
- Ni mortandad que en medio del día destruya.
- 7 Caerán a tu lado mil,
- Y diez mil a tu diestra;
- Mas a ti no llegará.
- 8 Ciertamente con tus ojos mirarás
- Y verás la recompensa de los impíos.
- 9 Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza,
- Al Altísimo por tu habitación,
- 10 No te sobrevendrá mal,
- Ni plaga tocará tu morada.
- 11 Pues a sus ángeles mandará acerca de ti,
- Que te guarden en todos tus caminos.
- 12 En las manos te llevarán,
- Para que tu pie no tropiece en piedra.
- 13 Sobre el león y el áspid pisarás;
- Hollarás al cachorro del león y al dragón.
- 14 Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré;
- Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.
- 15 Me invocará, y yo le responderé;
- Con él estaré yo en la angustia;
- Lo libraré y le glorificaré.
- 16 Lo saciaré de larga vida,
- Y le mostraré mi salvación.
Arroz con leche
Esta es una ronda, que cantabamos y jugabamos cuando ibamos a la escuela
¡Arroz con leche
me quiero casar!
con una señorita de Portugal
que sepa coser,
que sepa bailar,
que sepa abrir la puerta
para ir a jugar
Caballito Blanco
Caballito blanco llevame de aquí
llevame a mi pueblo, donde yo nací
Tengo, tengo, tengo, tú no tienes nada
tengo tres ovejas en una cabaña
una me da leche, otra me da lana
otra mantequilla para la semana.
Levantate Juana y enciende la vela
para ver quien anda por la cabecera
Son los estudiantes, que andan de carrera
despertando al niño para ir a la escuela.
¿Sí no quiere ir? ¡dejalo dormir!
por las hierbas buenas y el toronjil, jil, jil.
El Pájaro Verde
Hay un pájaro verde
puesto en la esquina
Esperando que pase
la golondrina.
Yo no soy golondrina
yo soy muñeco
que cuando voy a misa
me pongo hueco.
! hay que me duele el dedo, tilin!
! hay que me duele el dedo, tolón!
! hay que me duele el alma! tilin
!hay que me duele el alma !
! el alma y el corazón! tolón.
Mi Niñez
Soy la cuarta de cinco hermanos, 4 mujeres y un hombre, crecí en la casa de mis padres que en ese tiempo era un gran sitio con arboles y una casa de madera, teníamos una perrita llamada Pinocha( llego como Pinocho y resultó ser perrita) de raza policial que era muy brava, comía azúcar en panes y se reía. La Pinocha tuvo varios hijos( la Chica, el Foro, el Nerón) y más viejita tuvo al Bobby que resultó ser un callejero.
Con mi hermano y mi hermana más chica jugábamos en el gran patio, ya que nos prohibian salir a la calle. Ahí pasábamos los días inventando juegos, como fue una vez en que hicimos un laboratorio de química en el fondo del patio en un gallinero y casi quemamos todo, jugando a los tanques con los neumáticos que se apilaban en la casa o haciendo canchas de barro donde patinabamos a pies pelados. Como mi mamá trabajaba y mi abuelita paterna que vivía con nosotros, se iba por largas temporadas al campo, quedabamos los más chicos solos y teníamos que cocinar para poder almorzar (ahí aprendimos a hacer los porotos con riendas, las carbonadas entre otras comidas) y la vecina de al lado, la señora María nos escuchaba cuando cocinábamos y se largaba a reír, a esa misma vecina le sacábamos los membrillos que estaban en su casa, sacando medio cuerpo por la pandereta hasta que nos pilló, pero como ella no tenía hijos le causo mucha gracia y nos regaló un árbol para que lo plantáramos y tuvieramos nuestros propios membrillos.
Teníamos una amiga al otro lado de la casa y nos invitaba a jugar, nos pasábamos por un montón de arena hacia el lado y la amiga nos ponía una escalera para bajarnos, cuando iban a ser las 18:00 hrs sentíamos el ruido del motor de la cacharra que tenía mi papá y nos devolvíamos a la casa y así nunca nos pillo que no estábamos en la casa. Con mi hermano vendíamos volantines que hacíamos nosotros mismos, mi papá y mi hermano iban a Melipilla y traían las cañas para hacer los volantines, teníamos que pelar las cañas, cortar y hacer los palillos para afirmar el volantín, el papel lo comprabamos en la librería Condorito que estaba en el 18 de Gran Avenida. Una vez hecho los volantines los vendíamos en la casa y también en la feria.
Recuerdo que también jugábamos al doctor donde mi hermana chica era el paciente y le colocábamos inyecciones con unos especies de alfileres que sacábamos del pasto( no se los clavabamos), cabalgabamos sobre nuestros perros, tirábamos pelotas de barro hacia la pared de la señora María y veíamos quien llegaba más alto.
Teníamos un árbol de damascos donde mi hermano instaló una radio galena que el mismo fabricó y nos pasábamos largas horas sobre él escuchando las noticias del mundo, otra vez se nos ocurrió hacer un subterráneo debajo del árbol y empezamos a cavar, hasta que mi hermana mayor nos pilló y tuvimos que tapar el hoyo que estaba bien profundo.
Recuerdo con mucha emoción los viajes al campo donde nuestro tío Jorge, era bodeguero en un fundo en la Isla De Maipo y tenía en su casa un campo con animales que criaba la tía Alicia( conejos, chanchos, patos, gallinas), además de árboles frutales, como nogales, manzanos, granadas, uvas etc, eramos felices comiéndonos todas las nueces que podíamos ya que la tía no nos daba nueces porque ella las vendía, ella era muy buena con nosotros y siempre progresábamos a la casa cargados con papas, cebollas y otras cosas de su chacra.
Cuando yo tenia como 5 años viajamos a Orilla de Maule en la cacharra, era un Chevrolet del años 29 y que había sido modificado con una carrocería para llevar carga en la parte de atrás. Mis hermanas mayores y mi hermano se fueron acostados en la parte de atrás y yo con mi hermana chica junto a mi mamá en la cabina, como eramos pequeñas cabíamos los 4 adelante, para nosotros el viaje fue estupendo, no así para mi mamá ya que debía estar atenta y no dejar que mi papá se durmiera al volante, después de varias horas llegamos primero a Talca donde pasamos una noche y después nos fuimos a Orilla de Maule. Llegamos a una casa vieja de adobe, pintada de blanco, con muchas habitaciones, los dormitorios tenían catres de fierro, no había luz ni agua potable y el baño quedaba afuera. Ahí lo pasamos muy bien, comimos harta fruta y fuimos al río, una vez que fuimos al río dejamos la casa sola y cuando volvimos una chancha enorme que era de los cuidadores nos echo abajo la puerta de la cocina y nos dejo sin comida. !qué días tan bellos!, me gustaría viajar en el tiempo y volver a esa casa a veranear.
Yo a veces iba con mi mamá a donde la tía Raquel a Quilpúe, ella vivía en la calle donde estaba la Carrozzi, era una calle que iba en bajada hacia el centro, para ir al centro teníamos que arreglarnos, las señoras no podían ir con delantal y salían con cartera, a pesar que el centro quedaba a una cuadra, mi tía hacia helados y los vendía, también vendía dulces, bebidas y a cada rato golpeaban la puerta y ella salía a vender, también hacia dulces chilenitos y alfajores. Otras cosas que vendía eran gorros de cumpleaños con diseños propios. Mi tía era muy inteligente, trabajadora y nos quería harto, a mi me tejió una vez un chaleco blanco que me gustaba mucho, ella venía poco a Santiago y cuando nos visitaba siempre traía regalos para nosotros.
Como he dicho antes, mi abuelita materna que vivía en Peñaflor nos visitaba y nos traía tortillas de rescoldo y nos contaba cuentos del diablo alrededor del brazero que encendíamos para ella.
El Bobby era de mi hermano y lo quería mucho, salía persiguiéndonos para todos lados y en especial seguía a nuestra abuelita a la feria e incluso la acompañaba a la Iglesia. También una vez se fue a la escuela con mi hermana menor y la espero hasta que salió de clases. Tenemos grandes recuerdos del Bobby, era grande, colorín y muy lindo, lamentablemente los malos vecinos lo envenenaron y murió en la casa, mi hermano lloró mucho y lo enterramos en el fondo del patio con una placa metálica en su pata para que cuando alguien remueva el lugar sepa de quién son esos restos.
Con emoción recuerdo el día de mi primera comunión, me bañaron en la arteza, me pusieron un vestido blanco hermoso con velo y zapatos blancos que me compraron para la ocasión, ese día me levante muy temprano y me fuí en ayunas para recibir a mi señor por primera vez, fué algo muy bello, me sentía importante, luego en la Iglesia nos dieron chocolate y nos fuímos más tarde todos a la casa a almorzar.
En fin tengo tan bellos recuerdos que podría estar harto tiempo detallandolos pero prefiero dejarlos para más adelante.
Rosa
La Vieja de los naipes
Esta es una historia que ocurrió en Peñaflor.
Había una vez una mujer que tenia varios hijos y junto a su marido trabajaban vendiendo naipes.
Tenían períodos de mucha necesidad y períodos donde las ventas iban bien.
La mujer era la que administraba las finanzas y el hombre se dedicaba a la venta, cada vez que le iba bien la mujer se volvía loca comprando ropa y otras cosas tan absurdas como un sombrero con pluma para todos sus hijos. Después cuando el dinero se acababa tenían que andar mendigando para poder comer.
La enseñanza es que el dinero debía haberlo distribuido de mejor forma y no despilfarrar con cosas suntuosas.
FIN
El Orden Sagrado
EL ORDEN SAGRADO
El Orden es el sacramento gracias al cuál la misión confiada por Cristo a sus Apóstoles sigue siendo ejercida en la iglesia hasta el fin de los tiempos: es pues, el sacramento del ministerio apostólico. Comprende tres grados: el episcopado, el presbiterado y el diaconado.
Estos servicios se llaman así porque los cristianos que se sienten llamados a desempeñarlos reciben el sacramento del Orden. Gracias a este sacramento, estos cristianos asumen la responsabilidad de representar a Cristo ante la comunidad.
EL origen de los ministerios ordenados es la misión que Jesús encomendó a los apóstoles:
Mt. 28, 18-20
“ Dios me ha dado toda la autoridad en el cielo y en la tierra. Vayan, pues, a las gentes de todas las naciones, y háganlas mis discípulos; bauticenlas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñenles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Por mi parte, Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.”
El Episcopado: Ocupa el primer lugar entre los diversos ministerios que existen en la Iglesia. La consagración episcopal confiere, junto con la función de santificar, también las funciones de enseñar y gobernar. En efecto por la imposición de las manos y por las palabras de la consagración se confiere la gracia del Espíritu Santo y queda marcado con el carácter sagrado. En consecuencia, los obispos, hacen las veces del mismo Cristo, Maestro, Pastor y Sacerdote y actúan en su nombre. Cada obispo tiene, como vicario de Cristo, el oficio pastoral de la Iglesia particular que le ha sido confiada, pero al mismo tiempo tiene colegialmente con todos sus hermanos en el episcopado la solicitud de todas las Iglesias.
El Presbiterado: Los presbíteros están unidos a los obispos en la dignidad sacerdotal y al mismo tiempo dependen de ellos en el ejercicio de sus funciones pastorales; son llamados a ser cooperadores diligentes de los obispos. Reciben del obispado el cuidado de una comunidad parroquial o de una función eclesial determinada.
El Diaconado: Los diáconos son ministros ordenados para las tareas de servicio de la Iglesia; no reciben el sacerdocio ministerial, pero la ordenación les confiere funciones importantes en el ministerio de la palabra, del culto divino, del gobierno pastoral y del servicio de la caridad, tareas que deben cumplir bajo la autoridad pastoral de su Obispo.
La celebración de este sacramento
La celebración de la ordenación de un obispo, de presbíteros o de diáconos, por su importancia para la vida de la iglesia particular, exige una gran participación de fieles.
Tendrá lugar preferentemente el domingo y en la catedral, con una solemnidad adaptada a las circunstancias. Las tres ordenaciones tienen el mismo dinamismo. El lugar propio de su celebración es dentro de la Eucaristía.
El rito esencial del sacramento del Orden está constituido para los tres grados por: imposición de las manos(signo)del obispo sobre la cabeza del ordenado(rito o gesto), una oración consecratoria(palabras o fórmula) Ej: “ Te pedimos, Padre todopoderoso, que confieras a estos siervos tuyos la dignidad del presbiterado” Se pide a Dios para el ordenado las gracias del Espíritu Santo requeridas para su ministerio. La ordenación imprime un carácter sacramental indeleble.
La Iglesia confiere el sacramento del Orden únicamente a varones bautizados, cuyas aptitudes para el ejercicio del ministerio han sido debidamente reconocidas.
En la Iglesia latina, el sacramento del Orden para el presbiterado sólo es conferido ordinariamente a candidatos que están dispuestos a abrazar libremente el celibato y que manifiestan públicamente su voluntad de guardarlo por amor al Reino de Dios y el servicio de los hombres.
Efectos del sacramento del Orden:
Como en el caso del Bautismo y de la Confirmación, esta participación en la misión de Cristo es concedida de una vez para siempre. El sacramento del Orden confiere también un carácter espiritual indeleble y no puede ser reiterado ni ser conferido para un tiempo determinado.
Un sujeto válidamente ordenado puede por causas graves ser liberado de las obligaciones y las funciones vinculadas a la ordenación o se le puede impedir ejercerlas, pero no puede convertirse de nuevo en un laico en sentido estricto porque el carácter impreso por la ordenación es para siempre. La vocación y la misión recibidas el día de su ordenación, lo marcan de manera permanente.
El pez sin samaritano
Erase una vez...
El oleaje era muy fuerte y un pez fue arrojado a
la playa. Por más intentos que hacía no podía volver al agua
Desesperado empezó a pedir ayuda .
Un caballero muy elegante y educado pasó por allí... Pero estaba ocupadísimo: “perdone, pero ya van a cerrar el banco; lo siento, amigo, usted comprenderá...”
El pez comprendió.
Después pasó por allí un filósofo ensimismado en profundos dilemas.
El pez suspiró aliviado. Le costó captar su atención; “¿por favor, me podría ayudar a volver al agua?”
El filósofo dijo para sí: “ Veamos; si yo le ayudo...¿Con qué objetivo? Además habría de considerar con que medios. Pero si le ayudo probablemente él... Si no le ayudo, aumentan las posibilidades de que... Mejor, definamos claramente los conceptos...
Al pez se le secaban cada vez las agallas y se le hacía más difícil respirar. Por fin divisó una dama que parecía muy gentil.
“¡ Perdone, señora, pero estoy en un serio aprieto. Necesito volver pronto al agua porque me estoy asfixiando. ¿Por favor!...”
“Sí, sí; me parece que estás en una situación terrible. Pero cuéntame cómo te pudo pasar esto.” El pez le explicó cómo había sucedido su desgracia y la urgencia por volver al mar para atender a su familia.
“Ahora, comprendo mejor tu problema. Pero ciertamente que tú eres el culpable de todo esto que te está pasando. Además ¿qué vas a hacer para que esto no te vuelva a suceder?”.“No me gustaría que te acostumbraras a depender siempre de los demás. ¿Por qué no intentas hacer algo, para ayudarte a ti mismo? Piénsalo; luego volveré”.
Al pez se le nublaba la vista. Pero vio cómo la mujer se alejaba. “Vaya, no se me había ocurrido pensar si esto me sucedió por culpa mía. Pero ahora me cuesta muchísimo pensar.”
También por allí pasó un joven, escuchando su personal stereo. “¡ Auxilio! ¡Ayúdenme, por favor!...” Pero ya no le quedaban fuerzas para gritar.
Y el pez murió. Después de un rato, reventó una ola con gran estrépito; envolvió al pez en sus brazos de espuma y lo arrastró para sepultarlo entre las rocas del fondo.
Volvió la mujer, como no vio al pez, dijo sonriendo “ Menos mal que hizo caso a mi consejo:cuando uno se lo propone, se las arregla solo”.
Salmo de David
Jehová es mi pastor; nada me faltara.
En lugares de delicados pastos me hará descansar;
Junto a aguas de reposo me pastoreará
Confortará mi alma;
Me guiará por sendas de justicia
por amor de su nombre.
Aunque ande en valle de sombra
de muerte,
No temere mal alguno; porque tú
estarás conmigo;
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
Aderezas mesa delante de mi en presencia de mis angustiadores;
Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
Ciertamente el bien y la misericordia
me seguiran todos los días de mi vida.
Y en la casa de Jehová moraré por largos días
A la memoria de mi papá, que hoy a partido a encontrarse con el creador
Descansa en paz
La Espada
Había una vez un hombre que conoció a una mujer, este era militar y usaba espada. Ellos comenzaron a salir y se conocieron bastante como para decidir que se iban a casar. Como todos los enamorados tenían sueños y uno de ellos era tener su propia casa, así que se dedicaron a ver lugares donde vivir. Fueron a varias partes hasta que encontraron algo que les gusto. Una vez en el lugar empezaron a recorrerlo y en cada parte de la casa ellos hacían algún comentario, hasta que llegaron al dormitorio y él dijo: !! en esa pared voy a colgar mi espada!! y la mujer se puso furiosa y le dijo!! no puedes colgarla ahí porque le va a caer la espada al niño!!, el hombre se sorprendió mucho de esa reacción y se pelearon a tal punto que no se casaron. La mujer exagero demasiado ya que ni siquiera se habían casado y menos tenían un hijo.
Fin
Mi conejito
Ay! mi conejito
Ay! por el me muero
Ay mi conejito, mi conejito
pone el sombrero
A la orilla del mar
varias perlas yo ví
del color del safíe
y también del rubí
Ay! mi conejito
Ay! por el me muero
Ay mi conejito, mi conejito
pone el sombrero
El sapo sarapo
Este era un sapo sarapo
con sus patitas de trapo
y la cotona al revés
¿ querís que te lo cuente otra vez?
Este era un sapo sarapo
con sus patitas de trapo
y la cotona al revés
¿ querís que te lo cuente otra vez? ..............................
Cancion a la madre de Camilo Sesto
MADRE
Ay madre... ay madre
siempre cerca y siempre lejos
ay madre... ay madre
no te olvido porque te quiero
Te hablo como amigo
yo no tengo a quién darle
el cariño que desde niño
tú me regalaste
Me acostumbré tanto a ti
que cuando estoy con alguien
quiero que sea como
y como tú no hay nadie
Eres...
eres mujer de alma grande
mujer hecha de amor
Eres...
eres mujer de mi padre
y como mujer y amiga
la mejor, la mejor...
Y aunque mi vida es joven
alguna vez me siento viejo
y en la hoguera de mis sueños
yo voy quemando mi tiempo
Eres...
eres mujer de alma grande
mujer hecha de amor
Eres...
eres mujer de mi padre
y como mujer y amiga
la mejor, la mejor...
Y aunque mi vida es joven
alguna vez me siento viejo
y en la hoguera de mis sueños
yo voy quemando mi tiempo
Ay madre...
ay madre ...
ay madre ...
Camilo Sesto
A mi Mamita
Han pasado 13 años de su partida y aún la tengo en mi memoria.
Mi mamita me ha hecho mucha falta, desde que partió un vacío quedó en mi corazón. Ella era sencilla, trabajadora, buena madre, esposa sufrida, pero siempre fue la mejor. Fuimos tantos hijos que su cuerpo estaba cansado, trabajó hasta el extremo por nosotros para que pudiéramos comer y estudiar sin problemas, pero si habían problemas, falta de dinero, peleas, frío en los días de invierno, calor en el verano, a pesar de todo ella era nuestro apoyo, ella nos reunía como hermanos, nos gustaba estar cerca de ella.
Recuerdo cuando eramos chicos y para el cumpleaños nos hacía chocolate con leche y un queque, con esas dos cosas pasábamos nuestro día y nos sentíamos dichosos, a medida que se nos arreglo la situación económica ese queque se transformo en una enorme torta, que le quedaba un poco chueca, pero deliciosa.
También recuerdo los paseo de verano a Quintero donde nosotros lo pasábamos estupendo, pero ella tenía que cocinar las primeras veces que fuimos en carpa en un anafe Primus, que tenía un solo quemador y había que protegerlo del viento, las idas a comprar en el camión que ponía la FACH de Loncura al pueblo para ir al mercado y el chofer daba media hora para comprar, en fin, tantas cosas y trabajos que en ese tiempo no sabíamos valorar.
Me gustaría borrar esos malos momentos y dejar solo los días felices que fueron para ella tan pocos, quisiera haber tenido mi casa cuando ella vivía para haberla invitado a tomar té o a conversar, yo cuando me casé no tenia casa y solo unos piezas estrechas que no cabía nadie y por lo mismo no invitaba a nadie, igual mi mamita me iba a ver pero se iba rapidito.
Espero que mi buen Dios la tenga descansando y el día final la tenga entre sus elegidos, porque creo firmemente que ella se merece ese regalo.
Tu hija Rosa
El Huevito
Este cuento se debe contar con los dedos de las manos, desde el meñique al dedo pulgar.
Este niñito compro un huevito,
este lo hecho a cocer,
este le hecho la sal,
este lo revolvío y
este viejo pícaro se lo comió( el pulgar)
ñam-ñam-ñam
Fin
Mi amigo Jesús
Mi amigo Jesús
Quiero cantar una linda canción
a un hombre que me transformó
Quiero cantar una linda canción,
a aquel que mi vida cambió.
a un hombre que me transformó
Quiero cantar una linda canción,
a aquel que mi vida cambió.
Es mi amigo Jesús, es mi hermano Jesús,
El es Dios, es el Rey, es amor y verdad.
Solo en El encontré, esa paz que busqué.
Solo en El encontré, la felicidad.
El es Dios, es el Rey, es amor y verdad.
Solo en El encontré, esa paz que busqué.
Solo en El encontré, la felicidad.
Amo al Señor, amo a Jesús,
y a El solo quiero servir.
El es mi Dios, mi Salvador,
por siempre lo alabaré.
y a El solo quiero servir.
El es mi Dios, mi Salvador,
por siempre lo alabaré.
Mambrú se fue a la guerra
Mambrú se fue a la guerra,
¡qué dolor, qué dolor, qué pena!
Mambrú se fue a la guerra,
no sé cuándo vendrá.
¡qué dolor, qué dolor, qué pena!
Mambrú se fue a la guerra,
no sé cuándo vendrá.
¡Ah, ah, ah, ah, ah, ah!
No sé cuándo vendrá.
¿Vendrá para la Pascua?
¡Qué dolor, qué dolor, qué pena!
¿Vendrá para la Pascua
o por la Trinidad?
¡Qué dolor, qué dolor, qué pena!
¿Vendrá para la Pascua
o por la Trinidad?
¡Ah, ah, ah, ah, ah, ah!
O por la Trinidad.
O por la Trinidad.
La Trinidad se pasa,
¡qué dolor, qué dolor qué pena!
La Trinidad se pasa,
Mambrú no vuelve más.
¡qué dolor, qué dolor qué pena!
La Trinidad se pasa,
Mambrú no vuelve más.
Por allí viene un paje,
¡qué dolor, qué dolor, qué pena!
¡qué dolor, qué dolor, qué pena!
Por allí viene un paje,
¿Qué noticias traerá?
¡Ah, ah, ah, ah, ah, ah!
¿Qué noticias traerá?
-Las noticias que traigo,
¡qué dolor, qué dolor, qué pena!
-Las noticias que traigo,
¡dan ganas de llorar!
¿Qué noticias traerá?
¡Ah, ah, ah, ah, ah, ah!
¿Qué noticias traerá?
-Las noticias que traigo,
¡qué dolor, qué dolor, qué pena!
-Las noticias que traigo,
¡dan ganas de llorar!
¡Ah, ah, ah, ah, ah, ah!
Dan ganas de llorar!
Mambrú ha muerto en guerra.
¡Qué dolor, qué dolor, qué pena!
Mambrú ha muerto en guerra,
y yo le fui a enterrar.
¡Qué dolor, qué dolor, qué pena!
Mambrú ha muerto en guerra,
y yo le fui a enterrar.
¡Ah, ah, ah, ah, ah, ah!
Y yo le fui a enterrar!
Y yo le fui a enterrar!
Con cuatro oficiales
¡qué dolor, qué dolor, qué pena!
Con cuatro oficiales
y un cura sacristán.
¡qué dolor, qué dolor, qué pena!
Con cuatro oficiales
y un cura sacristán.
¡Ah, ah, ah, ah, ah, ah!
Y un cura sacristán.
Y un cura sacristán.
Encima de la tumba
¡qué dolor, qué dolor, qué pena!
Encima de la tumba
los pajaritos van,
¡qué dolor, qué dolor, qué pena!
Encima de la tumba
los pajaritos van,
¡Ah, ah, ah, ah, ah, ah!
Los pajaritos van,
cantando el pío, pío,
¡Ah, ah, ah, ah, ah, ah!
Cantando el pío, pío
el pío, pío, pa.
Los pajaritos van,
cantando el pío, pío,
¡Ah, ah, ah, ah, ah, ah!
Cantando el pío, pío
el pío, pío, pa.
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