Esta es una historia que ocurrió en Peñaflor.
Había una vez una mujer que tenia varios hijos y junto a su marido trabajaban vendiendo naipes.
Tenían períodos de mucha necesidad y períodos donde las ventas iban bien.
La mujer era la que administraba las finanzas y el hombre se dedicaba a la venta, cada vez que le iba bien la mujer se volvía loca comprando ropa y otras cosas tan absurdas como un sombrero con pluma para todos sus hijos. Después cuando el dinero se acababa tenían que andar mendigando para poder comer.
La enseñanza es que el dinero debía haberlo distribuido de mejor forma y no despilfarrar con cosas suntuosas.
FIN
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