Está es una historia verídica que le sucedio a una vecina de mi abuelita Rosa:
Doña Georgina vivía en el campo en Peñaflor con su marido, ella era muy hacendosa y mantenía su casa impecable.
Pasó el tiempo y aquella mujer limpia y ordenada cambio mucho, ya no hacía las cosas de la casa, ya no se bañaba ni se lavaba el cabello ni tampoco atendía a su esposo. Fue tanto su desgano que cayo en cama y de ahí no se levantó, el pelo lo tenía pegado como una paleta de tenis, aparte de suciedad tenia miles de piojos, el marido como no hallaba que hacer, tomo las tijeras y le cortó el pelo al cero( es decir la peló), el colchón donde dormía lo quemó junto con la cabellera y toda la ropa sucia, a ella la tomó y la baño muy bién. Cuando el marido hizo todo lo anterior doña Georgina se sintió aliviada y reaccionó, volviendo a ser la misma de antes.
Cuando eramos chicos y teniamos desordenada la cama o cuando andabamos chasconas, mi mamá nos decia que teníamos el colchón de doña Georgina.
FIN
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