Hasta el viejo hospital de los muñecos
llegó el pobre Pinocho mal herido,
por un cruel espantapájaros bandido
lo sorprendió dormido y lo atacó.
Quedo con su nariz hecha pedazos
y una pierna en tres partes astillada
una lesión interna y delicada
que el médico de guardia recetó
y a un viejo cirujano llamaron con urgencia
que con su vieja ciencia pronto lo remendó,
pero dijo a los otros muñecos internados
todo esto será en vano ¡ le falta el corazón!
Entonces vino el hada protectora
y viendo que Pinocho se moría
le puso un corazón de fantasía
y Pinocho sonriendo despertó.
Pinocho, Pinocho.
0 comentarios:
Publicar un comentario