Una cuncuna amarilla
debajo de un hongo vivía
ahí en medio de una rama
tenía escondida su cama.
Comía pedazos de hoja,
tomaba el sol en las copas,
le gustaba subirse a mirar
a los bichitos que pueden volar.
¿Porqué no seré como ellos?
preguntaba mirando los cielos,
¿Porqué me tendré que arrastrar?
si lo que yo quiero es volar.
Un día le pasó algo raro,
sentía su cuerpo inflado
no tuvo ganas de salir
¡solo quería dormir!.
Se puso camisa de seda,
se escondió en una gran higuera.
Todo el invierno durmió
y con alas se despertó.
Ahora ya puedo volar,
como ese lindo zorzal,
mariposa ya soy
con mis alitas yo me voy.
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